HISTORIA
Pasé mi infancia entre jardines y acepté que la naturaleza que me rodeaba formaba parte de mí.
El contacto con la hierba, el esplendor de los árboles, el agua del estanque, los pájaros… se me grabaron profundamente.
Desde niña me asombraron los cambios que durante el año se producían en el jardín; un jardín no es un panorama que se mira, es un espectáculo dinámico que siempre está cambiando.
Siempre me llamó poderosamente la atención cómo unas mezclas de plantas eran mucho más atractivas y fascinantes que otras combinaciones que simplemente pasaban desapercibidas en el jardín.
Y el juego y los cambios que estas mezclas producían a lo largo del año.
Esto me llevo a reflexionar intensamente sobre la importancia de conseguir acertadas asociaciones en cada uno de los rincones de un jardín. Y en consecuencia, a la importancia de planificar acertadamente un jardín igual que se hace con la decoración de una casa, el vestuario o los menús más convenientes para distintos eventos.
Fue entonces cuando decidí estudiar paisajismo (1985-1988), ordenación del territorio (1989) e impacto ambiental (1990), cinco años en la escuela de jardinería Castillo de Batres.
En 1990 entré a trabajar en el estudio de Fernando Caruncho como coordinadora de proyectos donde se desarrollaron grandes trabajos tanto públicos, oficinas de diferentes entidades, como privados, fincas etc.
En 1995 trabajé como colaboradora del estudio de arquitectura Montejo-Herráiz como directora del departamento de parques y jardines donde diseñé y dirigí los dos parques municipales en Serranillos del Valle, el ajardinamiento de la casa de niños y los recintos feriales. Además de numerosos jardines particulares de diversos tamaños y estilos.
Finalmente en el año 2009, nace dverd, mi propio estudio, donde obsesionada por el futuro de mis jardines, tanto públicos como privados, realizamos proyectos eminentemente prácticos, teniendo muy en cuenta las posibilidades reales del futuro mantenimiento y la construcción del jardín.
Todo ello sin restar importancia al desarrollo de proyectos donde primen el equilibrio, la armonía y la adaptación a las necesidades del cliente.
De esta forma procuramos crear espacios útiles, significativos y duraderos.
Importantísimo: la atmósfera, la escala, la función y la sostenibilidad.